¿Qué es la Inteligencia límite? Discapacidad Intelectual Límite
La Discapacidad Intelectual Límite (DIL) es una condición que dificulta el aprendizaje y la adaptación escolar. Esta discapacidad afecta la habilidad de una persona para realizar tareas que requieren razonamiento.
Las personas con DIL no tienen retraso mental, pero pueden tener dificultades para enfrentarse al ritmo exigente del entorno. Muchas veces, asisten a escuelas regulares con adaptaciones curriculares específicas para ellos, pero aún así pueden tener dificultades en la educación secundaria.
Algunos de los síntomas comunes de la DIL incluyen:
Cognitivo:
- CI bajo (70-80/85)
- Atención reducida
- Dificultades en el razonamiento abstracto
- Problemas para producir estrategias de aprendizaje y aplicarlas en otras situaciones.
Emocional:
- Dificultad para expresar emociones y percibir afectos
- Reacciones emocionales impulsivas o agresivas ante la frustración.
Lenguaje:
- Retraso en el desarrollo del habla y el lenguaje.
Adaptación:
- Cambios diarios pueden causar frustración
- En algunos casos, el descontrol impulsivo puede llevar a comportamientos agresivos.
Escolar:
- Problemas de aprendizaje
- Bajo rendimiento académico
- Necesidad de apoyo psicoeducativo para progresar en la escuela.
A lo largo de la infancia y la adolescencia, las personas con DIL pueden enfrentar muchos fracasos, lo que puede hacer que eviten situaciones en las que corren el riesgo de equivocarse. Esto puede afectar su autoestima y bienestar emocional, aumentando el riesgo de trastornos emocionales y conductuales. Por eso es importante trabajar en su autoestima, habilidades sociales y tolerancia a la frustración, brindándoles apoyo pero sin sobreprotegerlos.
Las personas con DIL tienen una vida emocional y afectiva igual a cualquier otra persona. Por lo tanto, la afectividad debe ser un factor importante en su intervención psicopedagógica. Tratar a la persona de manera positiva es la mejor forma de ayudarlos a aprender.
La intervención psicopedagógica debe comenzar lo antes posible y ser constante para mejorar las capacidades de un niño con DIL. Esta intervención debería tener como objetivos:
- Desarrollar las funciones de memoria y atención.
- Mejorar los procesos perceptivos y psicolingüísticos.
- Trabajar estrategias de aprendizaje.
- Adaptar la metodología de la enseñanza de la lectura, escritura y matemáticas a las características del niño.
- Fomentar su autoestima, interés por el aprendizaje y motivación.
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