Adolescencia. Cómo conectar con mi hijo/a adolescente

Cuando nuestros hijos dejan de ser pequeños y llegan a la adolescencia, surgen nuevos conflictos en las relaciones entre padres e hijos. Las discusiones aumentan, los enfados son más duraderos, son frecuentes las luchas de poder y nuestra sensación de impotencia como padres, por no saber cómo manejar los conflictos, va aumentando día a día.

La disciplina positiva como modelo educativo

La Disciplina Positiva es un modelo educativo que nos enseña a manejar estos conflictos con nuestros hijos adolescentes, como oportunidades para ayudarles a adquirir las habilidades de vida que nos gustaría que tuvieran cuando sean adultos (responsables, autónomos, respetuosos…).

La adolescencia es una etapa que abarca desde los 10-12 años aproximadamente, hasta alcanzar la madurez más allá de los 20 años, porque el cerebro no llega a su madurez adulta hasta alrededor de los 25 años.

Es una etapa que se va a caracterizar por ser un proceso de identificación y reafirmación como persona. Nuestro hijo pasa de la dependencia infantil a una necesidad de autonomía, con un fuerte deseo de “pertenencia”.

La Disciplina Positiva da mucha importancia a este sentimiento de pertenencia, que en la adolescencia se divide entre la importancia de sentir que pertenece a su familia (que es una parte importante de ella, en la que se le tiene en cuenta, se siente válido y que contribuye), y su necesidad de sentir que se le tiene en cuenta y que puede contribuir en sus círculos sociales (amigos, compañeros de clase…).

Nuestros hijos ya no nos necesitan tanto, por lo que utilizar nuestra autoridad sobre ellos ya no es efectiva.

Su necesidad de búsqueda de identidad e independencia nos puede hacer caer en una constante lucha de poder entre padres e hijos, que solo nos llevará a la incomprensión y al distanciamiento entre padres e hijos.

La Disciplina Positiva nos ofrece maravillosas herramientas para aprender a “conectar” con nuestros hijos adolescentes, a crear un clima de armonía, de conexión y de buena comunicación con ellos.

Y, ¿Cómo podemos actuar nosotros como padres/madres?

– Respetando su proceso de individualización.

– No olvidando que los padres continuamos siendo su principal fuente de seguridad para ellos, aunque los amigos hayan pasado a ser una parte muy importante para ellos.

– Evitando luchas de poder que solo crean distanciamiento entre padres e hijos.

– Poniendo límites de manera firme y amable a la vez.

– Favorece la comunicación: “escuchando sin juzgar”.

Si quieres aprender cómo aplicar la Disciplina Positiva en la educación y crianza de tus hijos adolescentes, puedes formarte con uno de nuestros Cursos para Padres de Adolescentes (presenciales y online). Aprenderás a afrontar de forma respetuosa los desafíos a los que te enfrentas en la educación de tus hijos en esta etapa de su vida: la adolescencia.