Los deberes, ¿son tareas de los padres o de los hijos?

A menudo los padres suelen asumir la responsabilidad de los deberes que llevan sus hijos a casa e incluso muchas veces se preocupan más que sus hijos por las notas.

Esta manera de actuar por parte de los padres, impide que los niños se hagan responsables de sus estudios ya que van adquiriendo el hábito de que otro lo haga por ellos y no promueve su independencia.

Además, con esta actitud los padres favorecen conductas en sus hijos de llamadas de atención hacia el adulto que suelen manifestarse cuando el niño alarga el tiempo de trabajo distrayéndose continuamente (con lo que consigue que sus padres pasen más tiempo con él) o poniendo excusas para retrasar la hora de comenzar a realizar los deberes, con el fin de conseguir que los padres estén continuamente pendientes de ellos.

La responsabilidad de los deberes escolares es únicamente de los niños y el cometido de los padres debe ser el de ayudar a sus hijos a organizarse, es decir, enseñarles a planificar sus tareas para que estas se conviertan en un hábito.  Y no menos importante es motivarles y premiarles por sus avances por muy pequeños que estos parezcan, reconociendo siempre su esfuerzo.

Si mientras están realizando los deberes, tienen dudas, solo les debemos ayudar a resolverlas al finalizar las tareas, pero sin olvidar la importancia que tiene enseñarles a solucionar por ellos mismos sus dudas.

Los padres no deben sentarse en la mesa de estudio al lado de sus hijos mientras éstos realizan los deberes, ya que se les transmite la idea de que no saben hacerlos solos.

Tampoco se deben corregir los deberes en casa. Lo importante es que los niños lo intenten hacer lo mejor que puedan y es el profesor el que debe corregirlos en clase.

Por desgracia, los deberes roban un tiempo valiosísimo a los niños para el juego, el cual contribuye en gran medida al bienestar y desarrollo intelectual. Por lo que si a tu hijo le lleva excesivo tiempo la realización de los deberes y además se generan conflictos familiares a causa de ellos, es el momento de ponerse en contacto con el profesor/a de la escuela y con un profesional de la educación (psicólogos, pedagogos, psicopedagogos…) los cuales os proporcionarán  las pautas de actuación adecuadas para que los deberes no se convierten en motivo de conflicto familiar y poder llegar establecer una relación gratificante, de confianza y seguridad entre padres e hijos.